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Médico Internista e Intensivista, y estudioso de las Santas Escrituras (La Biblia), y un predicador incansable del verdadero monoteísmo bíblico, y sobre todo, del mensaje o evangelio del Reino de Dios, que es la única esperanza que tiene este mundo para sobrevivir a su destrucción total.

martes, 27 de octubre de 2009

CRISTO NO PREEXISTIO NUNCA

Por Anthony F. Buzzard.
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Aunque el Mesías fue conocido de antemano (no conocido, sino preconocido, como lo fue Jeremías antes de su nacimiento, Jer. 1:5), él fue manifestado por medio de ser traído a una existencia real en su nacimiento (Lucas 1:35). Esta es una manera típicamente Judía de entender el propósito de Dios para la humanidad. El ejecuta el plan en el tiempo apropiado.
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La clase de “preexistencia” que Pedro tenía en mente es la clase que encaja con el ambiente Judío, no con la atmósfera Griega del Cristianismo posterior post-bíblico.
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No tenemos el derecho de decir que Pedro estaba familiarizado con la idea de la preexistencia de Cristo con el Padre antes de la encarnación [no tenemos el derecho de afirmar que Pedro era un Trinitario!]. Porque esta idea no está necesariamente implicada en su descripción de Cristo como “previsto desde antes de la fundación del mundo”, ya que también los Cristianos son objetos de la presciencia de Dios. Todo lo que podemos decir es que la frase pro kataboles kosmou [antes de lafundación del mundo] afirma un rango e importancia supramundano para el oficio y obra deCristo...Pedro no ha ampliado su creencia en la divinidad de Cristo hasta una afirmación de su preexistencia: su Cristología es más como aquella de los primeros capítulos de Hechos que la de Juan y Pablo.7
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Pedro, como el Apóstol líder (Mat. 10:2), no hubiera tenido simpatía con cualquier opinión Trinitariana o Arriana de Jesús (cp. Los modernos Testigos de Jehová).
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Notamos también que para Pedro la salvación futura de los Cristianos, el Reino que van a heredar cuando regrese Cristo, está igualmente esperando en el cielo “listo para ser revelado en el postrer tiempo” (1 Pedro 1:5). La segunda venida será de este modo un “Apocalipsis” o “revelación” de lo que ahora está “existiendo” aunque escondida de nuestra vista. Del mismo modo se ha dicho de Jesús que él fue “conocido de antemano (previsto),” y que espera ser revelado en el tiempo apropiado de Dios (1 Pedro 1:20). Ni el Reino ni Jesús realmente existieron antes (por adelantado). Ellos fueron planeados desde antes de la fundación del mundo.
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Pablo usa el mismo concepto y lenguaje acerca de la futura resurrección e inmortalidad de los santos. El dice que nosotros ya “tenemos un edificio de Dios, una casa preparada para la era venidera (2 Cor.5:1).8 Nuestra futura resurrección del cuerpo ya “existe” en la intención de Dios y puede ser creída en ella como real porque es seguro que se manifestará en el futuro. En ese sentido la “tenemos” aunque nosotros obviamente no la poseemos literalmente. Lo mismo es verdad del tesoro que tenemos en el cielo. Este es prometido para nuestro futuro. Recibiremos nuestro galardón de la herencia (Col. 3:24) cuando Cristo lo traiga del cielo a la tierra en su futura venida.