Transcurría el año de 1993 en Guayaquil- Ecuador cuando dos damas testigos de Jehová, madre e hija, tocaron a mi puerta una noche de marzo. Yo en ese entonces gustaba de la música heavy metal del momento, y ellas aprovecharon para presentarme sus revistas la atalaya y despertad con temas alusivos a la música rock. Luego, como si me hubieran conocido de toda la vida, y de manera aparentemente amigable, me invitaron a una de sus reuniones a celebrarse al siguiente día, un sábado a las 4pm. Al estar ellas en la casa, también estaba mi abuela presente en la sala, y a quien también con su labia lisonjera trataban de envolver. A los pocos minutos llegó mi madre de su trabajo, quien se desempeñaba como telefonista internacional en una importante empresa de telecomunicaciones de Ecuador. Como los TJ son interesados y generalmente materialistas, con más interés aún, e hipócritamente, le conversaron a ella también. La verdad es que no me gustaba al principio la idea de ir como invitado al salón del reino, pero puesto que pasaba por un momento difícil en el sentido emocional, decidí ir. Luego mi madre también fue junto conmigo, y así ese sábado de marzo del 93, a las 4pm, asistimos a ese estudio de la Atalaya dado por un gringo misionero a quien llamaré Mr.costt.
Después vino la fase de adoctrinamiento y la testigo de Jehová más joven que había estado la noche anterior en mi casa, nos contactó con Mr.costt para que vaya a darnos estudio bíblico a la casa. Nos vendieron el libro Vivir para Siempre a $700 sucres en ese entonces. Toda la literatura la vendían, más un parcito de revistas como para empezar. Mr. costt y su esposa eran misioneros betelitas, pero dentro del salón del reino se podía hallar de todo: fantoches jactanciosos, materialistas, vulgares, hermanitas exhibicionistas de piernas sexys, timadores, busca pleitos, como también gente buena y honesta.
Me bauticé en 1995 en una asamblea de circuito, y posteriormente, estando ya dentro, vi cómo todo el afecto fue nada más hasta que me bauticé. Después de esto se preocupaban más por adoctrinarme con literatura más pesada, parecido a los sedantes que les dan a los pacientes en hospitales. Más literatura que me separaba de la verdadera Biblia, y para más desgracia todavía, me obligaban a usar una biblia falseada, la watchtoweriana.
Se hacían fiestas de jóvenes en las casas donde se ponían música hip-hop inmoral y nada pasaba. Esa es la hipocresía de los testigos. En estas fiestitas las hermanitas lucían sus escotes provocativos y minifaldas, que por respeto al público que visita el blog no describiré en detalle. Sí, aunque usted no lo crea real, todo esto pasaba y los hermanitos dados al vino más allá de lo normal, tampoco faltaban. Mi madre y yo empezamos a darnos cuenta de la farsa, y mas allá de eso, de lo vacíos que nos sentíamos, hasta que en el año 2000 un canal de TV transmitió La farsa de los testigos de Jehová: el documental, y la venda que teníamos en los ojos se nos cayó, y como era de esperarse, yo me desasocié del culto enviando una carta de renuncia. Los ancianos, furiosos, fueron a mi casa a buscarme como si yo fuera un delincuente. Ellos estaban llenos de ira en sus ojos, y golpeaban a la puerta de mi domicilio insistentemente. Yo salí, y frente a todos los vecinos, les dije: Estos son los apacibles y mansos testigos de Jehová, señoras y señores; ellos enrojecieron de vergüenza ante la mirada de toda la gente del vecindario, pues iban con una intención belicosa como propuestos a fajarse a golpes… sí, como vulgares peleoneros de barrio que a lo mejor eso mismo eran en el fondo estos encorbatados hipócritas. Luego de esto se marcharon, no sin antes decirles un rotundo “No más basura watchtoweriana”. Después de un tiempo mi madre enfermó, ya que ellos, mientras hablan en las reuniones, o dan estudio en las casas, utilizan sugestión mental con frases como “Satanás el diablo nos persigue”, “el Armagedón esta cerca”, y muchas otras locuciones semejantes, queriendo así que el adepto se sienta culpable de haber dejado la Watchtower. Así que mi madre temía una represalia de estos fanáticos, pero yo fui más fuerte y me mantuve firme en mi postura. Mi madre tuvo, según diagnóstico médico, un bloqueo mental a causa de la lectura de las herejías expuestas en libros de la Watchtower, como EL ARCHISATÁNICO “APOCALIPSIS: SE ACERCA SU MAGNIFICA CULMINACIÓN”, y el archisatánico: ”PRESTEMOS ATENCION A LAS PROFECIAS DE DANIEL”. Ambos con imágenes subliminales encubiertas.
Mi madre dedicaba horas enteras a la lectura de estas herejías y forzaba su mente a la interpretación de estas patrañas, y me decía: hijo, no cuadran las fechas, los libros mismos se contradicen, y claro ¿cómo iban a cuadrar si eran falsas? Para que todo se vea bonito hay que ayudar a los jerarcas de Brooklyn a mentir. Luego de esto mi madre contemplaba en su mente las horribles imágenes de estos libros, y hoy, con apoyo y oración, ha salido de ese trance.
Así es estimados amigos, esta secta es una mentira diabólica artísticamente diseñada para engatusar aún a los escogidos. Es por eso que hasta personas de buen corazón caen en esta trampa, como también personas intelectuales, pero no de por vida, puesto que existe un despertar que es el que los gringos de Brooklyn temen cuando se cuestionan sus doctrinas a través de este medio y de otros.
Un saludo cordial y un fuerte abrazo desde Guayaquil-Ecuador Juan Carlos Medina
