Envidia según Wikipedia:
La envidia es una emoción experimentada por aquel que desea intensamente algo poseído por otro. La base de la envidia es el afán de poseer y no el deseo de privar de algo al otro, aunque si el objeto en cuestión es el único disponible la privación del otro es una consecuencia necesaria. La envidia es una sensación desagradable que ocasiona conductas desagradables para los demás. Tradicionalmente ha sido considerada uno de los siete pecados capitales.
Dice Salomón que: "la envidia es carcoma de los huesos (Proverbios 14:30)
La carcoma es un insecto coleópteri, muy pequeño y de color oscuro, cuya larva se introduce en los muebles y en los árboles; roen y taladran la madera más dura al tiempo que produce un ruido muy especial.
Cuando Salomón afirma que la envidia es carcoma de los huesos, de los huesos humanos, nos dice que la envidia penetra hasta la médula de nuestra estructura esquelética, contamina el interior de nuestro cuerpo y se extiende por las partes de nuestra personalidad moral y espiritual. De tal forma asentada y diluida en nuestro ser, la envidia va royendo y taladrando la mente, el cuerpo, el corazón, el alma, el espíritu, la vida entera, convirtiéndonos en seres atormentados y acomplejados.
Porque la envidia es uno de los poquísimos pecados que no produce placer a quien lo comete. La ambición busca el poder; el lujurioso corre tras el placer; al materialista le atraen las riquezas; el ser anónimo lucha por la fama; pero después de todo, hay cierto orgullo en el poder, el placer satisface el instinto humano, el dinero da sensación de poder y de seguridad, la fama infla al vanidoso. Pero el envidioso no disfruta de nada. Al contrario, se mortifica a sí mismo. Tal vez por esta causa decía el Barón de Montesquieu que cuando tenía noticia de que alguien lo envidiaba, en lugar de corregirlo, hacía cuanto podía por aumentar su envidia. De esta manera lo hacía sufrir más.
La Biblia nos menciona muchos versículos bíblicos de la envidia aunque también podemos tomar la envidia desde el punto positivo. Una envidia sana nos ayuda a superarnos y ayudarnos a crecer. Pero la envidia destructiva, va junto con la lengua, los hechos, la revancha. Es horrible tropezarse con gente envidiosa que puede destruir tu reputación, puede calumniar sin medida y hablar en contra de sus hermanos en la fe. (Hablo como cristiano)
Podemos mencionar textos como los siguientes:
Job 5:2
Es cierto que al necio lo mata la ira, Y al codicioso lo consume la envidia.
Proverbios 14:30
El corazón apacible es vida de la carne; Mas la envidia es carcoma de los huesos.
Proverbios 23:17
No tenga tu corazón envidia de los pecadores, Antes persevera en el temor de Jehová todo el tiempo; (Dios nos advierte contra la envidia, para que sepamos en quien debemos tener nuestra confianza)
Proverbios 24:1
No tengas envidia de los hombres malos, Ni desees estar con ellos;
La mejor forma de que la envidia salga de nuestra vida es ser sinceros con Dios hasta que duela y pedirle a Dios que te sane de la envidia, que es como un espíritu que carcome tu vida y la destruye.