Benedicto XVI concluyó hoy su peregrinaje a Tierra Santa con un llamamiento a que la creación de un Estado palestino deje de ser un "sueño" y se convierta en una "realidad".
"Permitidme hacer este llamamiento a toda la gente de estas tierras: ¡No más sangre derramada!. ¡No más luchas!. ¡No más terrorismo!. ¡No más guerra!. Dejadnos romper el círculo vicioso de la violencia. Dejad que haya paz duradera basada en la justicia y una genuina reconciliación", exclamó el Papa en el aeropuerto de Tel Aviv, justo antes de volar de regreso a Roma.
El Pontífice pidió tanto el "reconocimiento universal de que el Estado de Israel tiene derecho a existir, y a gozar de paz y seguridad en fronteras internacionalmente reconocidas" como el "derecho del pueblo palestino a un hogar nacional soberano e independiente, a vivir con dignidad y a viajar libremente".
"Dejad que la solución de dos Estados (israelí y palestino) se convierta en una realidad y no siga siendo un sueño", dijo frente al presidente de Israel, Shimon Peres, y al primer ministro, Benjamín Netanyahu. En su discurso en el aeropuerto, el Papa repasó la visita a Tierra Santa "fértil para el ecumenismo y el diálogo inter-religioso" que comenzó el pasado día 8 en Jordania.
"Una de las visiones más tristes para mí fue el muro (israelí en Cisjordania). Cuando pasé a su lado, recé por un futuro en el que los pueblos de Tierra Santa puedan vivir juntos en paz y armonía sin la necesidad de tales instrumentos de seguridad y separación, sino respetando y confiando uno en el otro y renunciando a toda forma de violencia y agresión", resaltó.
El Obispo de Roma también tuvo palabras para su visita al Yad Vashem de Jerusalén, "uno de los momentos más solemnes" de su estancia en Israel, en el que tuvo "conmovedores encuentros" con supervivientes del Holocausto.
Fuente: Aurora
Breve Comentario:
Es evidente que el “Santo Padre” no cree en las promesas de Dios para Su pueblo elegido de una Jerusalén indivisible y en poder de los Judíos. Se hace evidente que el Papado será un gran impulsador de la tan ansiada división de Jerusalén exigida por los árabes y la ONU, y apoyará al futuro dictador árabe (¿Abdullah II?) para que se haga realidad este sueño.
"Permitidme hacer este llamamiento a toda la gente de estas tierras: ¡No más sangre derramada!. ¡No más luchas!. ¡No más terrorismo!. ¡No más guerra!. Dejadnos romper el círculo vicioso de la violencia. Dejad que haya paz duradera basada en la justicia y una genuina reconciliación", exclamó el Papa en el aeropuerto de Tel Aviv, justo antes de volar de regreso a Roma.
El Pontífice pidió tanto el "reconocimiento universal de que el Estado de Israel tiene derecho a existir, y a gozar de paz y seguridad en fronteras internacionalmente reconocidas" como el "derecho del pueblo palestino a un hogar nacional soberano e independiente, a vivir con dignidad y a viajar libremente".
"Dejad que la solución de dos Estados (israelí y palestino) se convierta en una realidad y no siga siendo un sueño", dijo frente al presidente de Israel, Shimon Peres, y al primer ministro, Benjamín Netanyahu. En su discurso en el aeropuerto, el Papa repasó la visita a Tierra Santa "fértil para el ecumenismo y el diálogo inter-religioso" que comenzó el pasado día 8 en Jordania.
"Una de las visiones más tristes para mí fue el muro (israelí en Cisjordania). Cuando pasé a su lado, recé por un futuro en el que los pueblos de Tierra Santa puedan vivir juntos en paz y armonía sin la necesidad de tales instrumentos de seguridad y separación, sino respetando y confiando uno en el otro y renunciando a toda forma de violencia y agresión", resaltó.
El Obispo de Roma también tuvo palabras para su visita al Yad Vashem de Jerusalén, "uno de los momentos más solemnes" de su estancia en Israel, en el que tuvo "conmovedores encuentros" con supervivientes del Holocausto.
Fuente: Aurora
Breve Comentario:
Es evidente que el “Santo Padre” no cree en las promesas de Dios para Su pueblo elegido de una Jerusalén indivisible y en poder de los Judíos. Se hace evidente que el Papado será un gran impulsador de la tan ansiada división de Jerusalén exigida por los árabes y la ONU, y apoyará al futuro dictador árabe (¿Abdullah II?) para que se haga realidad este sueño.