Por el Dr. Javier Rivas Martínez (MD)
Apócrifo, fa. (Del lat. apocryphus, y este del gr. ἀπόκρυφος, oculto). Adj. Fabulosa, supuesto o fingido. 2. Dicho de un libro atribuido a autor sagrado: Que no está, sin embargo, incluido en el canon de la Biblia.
Espurio, ria. (Del lat. spurĭus). adj. Bastardo (ǁ que degenera de su origen o naturaleza). 2. Falso (ǁ engañoso). V. hijo ~.
«Porque tres son los que dan testimonio en el cielo: el Padre, el Verbo y el Espíritu Santo; y estos tres son uno» (1 Jn. 5:7).
Debemos recordar necesariamente, por la exigencia de la ignorancia empedernida en querer encumbrase sobre la verdad, a pesar de nuestros claros y bien intencionados escritos anteriores del tema a tratar nuevamente aquí ahora, que 1 de Jn. 5:7 es en realidad un texto espurio, es decir, uno no inspirado divinamente sino por hombres imperfectos y mortales que han buscado en todo tiempo sus propios beneficios personales, en medio de una religión torcida y maligna como es la del catolicismo romanista, ya qué los manuscritos originales, los MSS. griegos, carecen de él con completa seguridad.
La Vulgata Latina, en el Textus Receptus, explica que dicho texto no aparece en ningún MS. griego, pero si en dos cursivos tardíos, el 162 en la Biblioteca Vaticana, del siglo quince, y en el 34 del siglo dieciséis en el Trinity Collage de Dublín. Se sabe que en la primera edición de la Vulgata Latina, Erasmo de Rótterdam no lo incluyó. Erasmo consideró dejarlo si un solo MS. griego lo presentaba. Así, qué, para el cumplimiento de condicionante propuesta, le fue otorgado un manuscrito, el número 34, cumpliéndosele el sugerido “pedido”, agregándolo a la Vulgata bajo fuerte presión ejercida por el sistema romanista católico.
La edición espuria, quedó establecida en aquel momento de esta manera:
«En töi ouranöi ho patër, ho logos kai to hagion neuma kai houtoi hoi treis hen eisin kai treis eisin hoi marturountes en tëi gëi» (en el cielo, el Padre, el Verbo, y el Espíritu Santo: y estos tres son uno).
El texto espurio, también conocido como la Coma Juanina, Paréntesis Juanino, Apócrifo Juanino, se encuentra en la mayor parte de las traducciones bíblicas que datan desde 1522 hasta la parte final del siglo XIX, y esto se debió al uso ampliamente difundido de la tercera edición del Textus Receptus, realizado por el mismo Erasmo.
Sin la menor duda, no son tan pocos los que desconocen el origen espurio de 1 Jn. 5:7, creído y etiquetado erróneamente como inspirado por Dios y que ha sido manipulado hasta hoy mismo para debatir y justificar la abominable doctrina de la Trinidad que surgió de las corrientes tenebrosas del paganismo religioso y filosófico y que vino a instalarse oficialmente como dogma “cristiano” bajo las demandas de los concilios de Nicea y de Constantinopla, en un principio de nuestra era, afectando no tan sólo al “mundillo” católico religioso sino además al denominado como cristiano protestante.
El dogma trinitario, es un falso y mórbido concepto de un Dios constituido por tres personas distintas y coliguales entre sí, extraño al fundamento monoteísta revelado desde el Antiguo Testamento, que afirma un Dios Unipersonal y no una deífica quimera tricefálica:
«Así dice Jehová Rey de Israel, y su Redentor, Jehová de los ejércitos: Yo soy el primero, y yo soy el postrero, y fuera de mí no hay Dios» (Is. 44:6).
Referencias: Wikipedia, la enciclopedia libre.
Comentario al Texto Griego del Nuevo Testamento,
A.T. Robertson, pag. 695.
Apócrifo, fa. (Del lat. apocryphus, y este del gr. ἀπόκρυφος, oculto). Adj. Fabulosa, supuesto o fingido. 2. Dicho de un libro atribuido a autor sagrado: Que no está, sin embargo, incluido en el canon de la Biblia.
Espurio, ria. (Del lat. spurĭus). adj. Bastardo (ǁ que degenera de su origen o naturaleza). 2. Falso (ǁ engañoso). V. hijo ~.
«Porque tres son los que dan testimonio en el cielo: el Padre, el Verbo y el Espíritu Santo; y estos tres son uno» (1 Jn. 5:7).
Debemos recordar necesariamente, por la exigencia de la ignorancia empedernida en querer encumbrase sobre la verdad, a pesar de nuestros claros y bien intencionados escritos anteriores del tema a tratar nuevamente aquí ahora, que 1 de Jn. 5:7 es en realidad un texto espurio, es decir, uno no inspirado divinamente sino por hombres imperfectos y mortales que han buscado en todo tiempo sus propios beneficios personales, en medio de una religión torcida y maligna como es la del catolicismo romanista, ya qué los manuscritos originales, los MSS. griegos, carecen de él con completa seguridad.
La Vulgata Latina, en el Textus Receptus, explica que dicho texto no aparece en ningún MS. griego, pero si en dos cursivos tardíos, el 162 en la Biblioteca Vaticana, del siglo quince, y en el 34 del siglo dieciséis en el Trinity Collage de Dublín. Se sabe que en la primera edición de la Vulgata Latina, Erasmo de Rótterdam no lo incluyó. Erasmo consideró dejarlo si un solo MS. griego lo presentaba. Así, qué, para el cumplimiento de condicionante propuesta, le fue otorgado un manuscrito, el número 34, cumpliéndosele el sugerido “pedido”, agregándolo a la Vulgata bajo fuerte presión ejercida por el sistema romanista católico.
La edición espuria, quedó establecida en aquel momento de esta manera:
«En töi ouranöi ho patër, ho logos kai to hagion neuma kai houtoi hoi treis hen eisin kai treis eisin hoi marturountes en tëi gëi» (en el cielo, el Padre, el Verbo, y el Espíritu Santo: y estos tres son uno).
El texto espurio, también conocido como la Coma Juanina, Paréntesis Juanino, Apócrifo Juanino, se encuentra en la mayor parte de las traducciones bíblicas que datan desde 1522 hasta la parte final del siglo XIX, y esto se debió al uso ampliamente difundido de la tercera edición del Textus Receptus, realizado por el mismo Erasmo.
Sin la menor duda, no son tan pocos los que desconocen el origen espurio de 1 Jn. 5:7, creído y etiquetado erróneamente como inspirado por Dios y que ha sido manipulado hasta hoy mismo para debatir y justificar la abominable doctrina de la Trinidad que surgió de las corrientes tenebrosas del paganismo religioso y filosófico y que vino a instalarse oficialmente como dogma “cristiano” bajo las demandas de los concilios de Nicea y de Constantinopla, en un principio de nuestra era, afectando no tan sólo al “mundillo” católico religioso sino además al denominado como cristiano protestante.
El dogma trinitario, es un falso y mórbido concepto de un Dios constituido por tres personas distintas y coliguales entre sí, extraño al fundamento monoteísta revelado desde el Antiguo Testamento, que afirma un Dios Unipersonal y no una deífica quimera tricefálica:
«Así dice Jehová Rey de Israel, y su Redentor, Jehová de los ejércitos: Yo soy el primero, y yo soy el postrero, y fuera de mí no hay Dios» (Is. 44:6).
Referencias: Wikipedia, la enciclopedia libre.
Comentario al Texto Griego del Nuevo Testamento,
A.T. Robertson, pag. 695.