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Médico Internista e Intensivista, y estudioso de las Santas Escrituras (La Biblia), y un predicador incansable del verdadero monoteísmo bíblico, y sobre todo, del mensaje o evangelio del Reino de Dios, que es la única esperanza que tiene este mundo para sobrevivir a su destrucción total.

miércoles, 4 de marzo de 2009

¿ENSEÑARON LOS ERUDITOS TRADICIONALES DE LA PROFECÍA QUE EUROPA SERÍA LA CUNA DEL ANTICRISTO?




A usted le podría asombrar saber que los comentaristas de más alto calibre de la antigüedad no creyeron que el continente Europeo fuese el jugador o protagonista exclusivo en los tiempos del fin. Una reanimación de un Imperio Romano nunca quiso decir una reanimación de un Imperio Europeo.

Muchos de nuestros mejores eruditos occidentales en la profecía de la Biblia creyeron que el mahometismo sería un jugador principal y que reavivará en el fin de días como parte de esta bestia del tiempo del fin.

John Wesley interpretó el Hierro en Daniel 2 como el mahometismo (Obras, 1841).
Hilaire Belloc previó el levantamiento del mahometismo.2

Gregorio Palamo de Tesalónica interpretó el martirio de los cristianos durante el Gran Tribulación como proviniendo del mahometismo.

Josías Litch interpretó Apocalipsis como siendo conducido por el Islam.3 Él aun describió la magnitud del rol del Islam como siendo el anticristo al extremo de llamarle ” el acuerdo general entre cristianos, especialmente comentaristas protestantes”.

Cirilo de Jerusalén (315-368 A.D) en su Institutos Divinos creyó que el anticristo procede de la región de la antigua Siria 4, lo cual hoy se extiende de Siria bien adentro a las porciones de Asia Menor (Turquía).

Soforonio, Patriarca de Jerusalén (560-638) y Máximo, el Confesor (580-662) identificaron al mahometismo con el anticristo.

Juan de Damasco (676-749) fue otra figura muy importante en los inicios de la iglesia. En su libro famoso, En contra de las Herejías, él identificó el mahometismo como el precursor para el anticristo.

Eulogio, Pablo Álvaro y los Mártires de Córdoba (siglo 9) creyeron que Mahoma era el falso profeta y el precursor para el anticristo. 5

Muchos no son conscientes de que mientras Martín Lutero, padre de la Reformación Protestante, creyó que el Papado desempeñó el papel de la ramera espiritual, él también creyó que los musulmanes eran el Reino del anticristo. 6

Juan Calvino interpretó la pierna oriental de Daniel 2 como el Imperio Romano-Islámico y que Daniel 11:37 aplicaba a los musulmanes. 7

Aun Jonathan Edwards el gran predicador congregacional americano, y el presidente de la Universidad Princeton, como Lutero y Calvino, vio el mahometismo como uno de los elementos de inauguración del Reino del Anticristo. 8 Calvino aun interpretó la caída del mahometismo en el sonido de la gran trompeta 9 La caída del mahometismo en el sonido de la gran trompeta aun lleva al mahometismo en el Gran Tribulación y no como tantos de nuestros analistas contemporáneos de profecía que alegan que el mahometismo debe ser removido antes de que Cristo venga.

Aun Sir Robert Anderson, quizá uno de los mejores expertos de profecía que se desenllavaron las setenta semanas de Daniel, en su libro notable El Príncipe que ha de Venir, insiste en enfocar la atención en las partes Levant (este) en vez del mar Adriático (oeste). 10

Incontables otros comentaristas de la Biblia advirtieron sobre el mahometismo siendo el reino del anticristo- Selnecker, Nigrino, Chitraeo, Bullinger, Foxe, Napier, Pareo, John Cotton, Thomas Parker, Increase Mather, Cotton Mather, y George Stanley Faber.11 También añadido a la lista está el Reverendo, Profesor Dr. Francis Nigel Lee que resume la opinión tradicional en su excelente obra ‘Mahometismo en la Biblia’: “Desde el séptimo siglo en adelante- (las dos piernas) se degenerarían respectivamente en el Papado (que progresivamente asumió el control del oeste) y el Mahometismo (que progresivamente asumió el control del este)”. (p. 5)

Haciendo a Europa el cuerpo exclusivo del reino del anticristo no es lo ortodoxo o aun la opinión tradicional. Algunos insisten en que el anticristo es italiano puesto que él proviene del Imperio Romano, pero romano no quiere decir estrictamente italiano, lo mismo que Alejandro el Grande fue Griego, pero no por esto quiere decir ateniense, pues él fue de Macedonia. Antíoco Epífanes, otra predicción bíblica, fue Sirio, no ateniense, o chipriota. ¿Por qué entonces, cuando se refiere a anticristo, insisten en un italiano ignorando el imperio entero. Aun Jesús insistió que Pérgamo en Apocalipsis 2:12-13, fue el asiento de Satanás y no la interpretación gimnásticamente alterada de una reliquia arqueológica que se asienta en Berlín.

Mientras que analistas de la profecía contemporánea pregonan la idea de que la cuarta parte de la imagen metálica (el hierro) de Daniel 2 es estrictamente europea, las opiniones tradicionales difieren. El Dr. Matthew Henry comenta: ¿”Quién es este enemigo cuya subida, reinado y ruina están aquí predichos? Los intérpretes no están de acuerdo. Algunos tendrán al cuarto reino al reino Seléucida, y al cuerno pequeño como Antíoco Epífanes; otros interpretarán el cuarto reino como los romanos, y el cuerno pequeño como ‘Julio César’ y los subsiguientes emperadores, tal como creyó Calvino.

Otros dicen que el “cuerno pequeño” es el Imperio Turco (Musulmán); tales como Lutero, Vatablo, y otros.

2 The Great Heresies, chapter 4 March, 1936, page 127-128

3 Hosiah Litch, The Three Woe Trumpets, Fall of The Ottoman Empire , August 11, 1840

4 Divine Institutes, 7:17

5 Paul Alvarus, Memoriale sanctorum 2.4

6 Martin Luther, Tischreden, Weimer ed., 1, No. 330

7 Calvin On Islam Revelation Prof. Dr. Francis Nigel Lee, Lamp Trimmers El Paso , 2000

8 Jonathan Edwards, The Fall of Antichrist, Part VII, page 395, New York, Published by S. Converse 1829

9 Jonathan Edwards, The Fall of Antichrist, Part VII, page 399, New York, Published by S. Converse 1829

10 The Coming Prince, Page 273

11 Froom: op. cit., II pp. 323f, 325f, 331, 340f, 412f, 458 & 518f and also III pp. 40f, 74f, 125-31, 149, 183, 240f, &352f.

12 M. Henry: A Commentary on the Holy Bible, with Practical Remarks andObservations, London : Marshall Bros. Ltd., n.d., IV:1270f.