Por Ingº Mario A Olcese (Apologista)
Muchos cristianos suponen que si son fieles al Señor partirán al cielo para vivir por la eternidad con Dios y Su Hijo rodeados de un coro angelical. Sin embargo, lo que estas personas ignoran es que Dios ha prometido a los fieles un destino muy terrenal o “mundano” pero con características muy distintivas e ideales.
Muchos cristianos suponen que si son fieles al Señor partirán al cielo para vivir por la eternidad con Dios y Su Hijo rodeados de un coro angelical. Sin embargo, lo que estas personas ignoran es que Dios ha prometido a los fieles un destino muy terrenal o “mundano” pero con características muy distintivas e ideales.
Usted sólo deberá comparar un versículo del Antiguo Testamento y otro del Nuevo Testamento para descubrir cuál será su premio por ser un hijo de Dios. Veamos el primero:
Génesis 13:15: “Porque toda la TIERRA que ves, la daré a ti y a tu descendencia para siempre”.
Ahora veamos el segundo:
Gálatas 3:29: “Y si vosotros sois de Cristo, ciertamente descendencia de Abraham sois, y herederos según la promesa”.
Así que si usted es de Cristo, entonces usted es descendiente de Abraham, y un heredero de la TIERRA prometida para siempre. ¿Puede el asunto ser más claro y simple?, seguramente. Entonces le pregunto, ¿por qué sigue usted esperando heredar las moradas celestiales? ¡¡¡Baje de su nube y regrese a la tierra!!!