«¡Cómo caíste del cielo, oh Lucero, hijo de la mañana! Cortado fuiste por tierra, tú que debilitabas a las naciones. Tú que decías en tu corazón: subiré al cielo; en lo alto, junto a las estrellas de Dios, levantaré mi trono, y en el monte del testimonio me sentaré, a los lados del norte; sobre las alturas de las nubes subiré, y seré semejante al Altísimo. Mas tu derribado eres hasta el Seol, a los lados del abismo» (Is.14:12-15)..
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Hubo festivos, tambores y flauta,
Dios lo creó radiante y sin falta,
Mas él encausado a obra de infamia,
Cayó de la gloria cual ave en picada.
Dios lo creó radiante y sin falta,
Mas él encausado a obra de infamia,
Cayó de la gloria cual ave en picada.
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Con oro del cielo y adorno de piedra
Llenó la Piedad la hueste más bella,
Que a causa del mal abrió la compuerta
De aguas turbadas que ahogaron su esencia.
Llenó la Piedad la hueste más bella,
Que a causa del mal abrió la compuerta
De aguas turbadas que ahogaron su esencia.
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Querube apreciado de noble pureza,
Vestido de sol y luz que destella,
Su alma extravió habido en vileza. . .
Ahora perdido por loca carrera.
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Vestido de sol y luz que destella,
Su alma extravió habido en vileza. . .
Ahora perdido por loca carrera.
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Javier Rivas Martínez.