Muchas religiones (como el mormonismo y la llamada “Iglesia de Cristo”) dicen que la Iglesia caería en una apostasía total por la infiltración del paganismo en ella. Sostienen que la fe verdadera se perdió con el surgimiento de falsos obispos que desviaron al rebaño hacia pastos secos y venenosos con el devenir de los siglos, a través de una iglesia organizada y claramente apóstata, la Iglesia Católica Romana. Por tanto, estos grupos religiosos justificaron su aparición para “restaurar la iglesia original” del Nuevo Testamento, sin dogmas ni doctrinas extra-bíblicas. El mormonismo, por ejemplo, sostiene que José Smith fue el llamado a restaurar la fe perdida, el evangelio prístino de Cristo, y sólo él. De igual sentir son los campbelitas, que creen que su movimiento de restauración empezó con Alejandro Campbell a principios del siglo 19.
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"Muchos tropezarán entonces, y se entregarán unos a otros, y unos a otros se aborrecerán. Y muchos falsos profetas se levantarán, y engañarán a muchos" (Mt 24,10-11).
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"Pero hubo también falsos profetas entre el pueblo, como habrá entre vosotros falsos maestros que introducirán encubiertamente herejías destructoras, y aun negarán al Señor que los rescató atrayendo sobre sí mismos destrucción repentina. Y muchos seguirán sus disoluciones..." (2 Ped. 2, 1-2).
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"Porque yo sé que después de mi partida entrarán en medio de vosotros lobos rapaces, que no perdonarán al rebaño. Y de vosotros mismos se levantarán hombres que hablen cosas perversas para arrastrar tras sí a los discípulos" (Hech 20, 29-30).
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"El Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe..." (1 Tim, 1)
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“Algunos” y “muchos” no son todos
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La Biblia nos advierte que vendrán falsos profetas, y falsos maestros, pero claramente vemos que la palabra de Dios nunca nos dice que habría una apostasía universal y total. En Mat 24:10-11 se dice que "engañarán a muchos” pero no a todos. Igual ocurre en 2 Pedro, donde leemos que, aún en el peor momento de apostasía, en el tiempo del fiel Lot (vv. 4-6), siempre hubo personas consagradas que Dios supo proteger del engaño: "y libró al justo Lot, abrumado por la nefanda conducta de los malvados... sabe el Señor librar de tentación a los piadosos..." (vv. 7 y 9).
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En el libro de los Hechos, capítulo 20 no dice “todos”, sino “algunos de vosotros". Si “algunos” significa “todos”, entonces algo anda mal con la gramática castellana. Y finalmente, en 1 Timoteo dice "algunos apostatarán".
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En Mt 28: 20 leemos: “Yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo”.
En Mt 28: 20 leemos: “Yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo”.
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Así que Jesús nos promete estar con nosotros siempre. Jesús no dijo "estaré con ustedes todos los días hasta la venida de la apostasía, sino “todos los días hasta el fin del mundo". Y hablando Jesús de la Iglesia que Él edificaría, dijo que: “las puertas del Hades no prevalecerían contra ella” (Mt 16, 18). Si realmente Jesús enseñó que su iglesia desaparecería por siglos debido a la apostasía, entonces este pasaje debe ser espurio.
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Jesús profetizó que el fruto de sus seguidores no se extinguiría (Jn 15: 16), algo que no sería cierto si en verdad hubo una apostasía universal como dicen los mormones y campbelitas. Supongamos por un instante de que la iglesia cristiana sí cayó en apostasía. Nuestro Señor lo hubiera sabido ciertamente. ¿Por qué entonces el mandato a los Apóstoles de: “Id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo (Mt 28, 19), si sabía que pronto su Iglesia caería en error? Sería imposible evangelizar a todo el mundo en tal caso. Además, Jesucristo prometió enviar al Espíritu Santo a su Iglesia para guiarla y así mantenerla en el camino de la verdad:
Jesús profetizó que el fruto de sus seguidores no se extinguiría (Jn 15: 16), algo que no sería cierto si en verdad hubo una apostasía universal como dicen los mormones y campbelitas. Supongamos por un instante de que la iglesia cristiana sí cayó en apostasía. Nuestro Señor lo hubiera sabido ciertamente. ¿Por qué entonces el mandato a los Apóstoles de: “Id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo (Mt 28, 19), si sabía que pronto su Iglesia caería en error? Sería imposible evangelizar a todo el mundo en tal caso. Además, Jesucristo prometió enviar al Espíritu Santo a su Iglesia para guiarla y así mantenerla en el camino de la verdad:
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"Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador para que esté con vosotros para siempre" (Jn 14: 16).
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"Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho" (Jn 14: 26).
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"Pero cuando venga el Espíritu de verdad él os guiará a toda la verdad..." (Jn 16, 13).
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¿Pero acaso Pablo y Pedro no anuncian una futura apostasía?
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Las herejías existieron en tiempos de los apóstoles. Pablo enfrentó al gnosticismo, y a muchas personas que intentaron cambiar las sanas y prístinas doctrinas prístinas del Señor. Jesús habló de la aparición de la cizaña que crecería junto con el trigo. Ambos coexistirían en el tiempo. Esto lo Ilustra Jesús en la parábola del Reino en Mt 13: 24-30, donde el trigo y la cizaña crecen juntos, dentro de la iglesia. Pero, como enseñó Jesús en la parábola, no es nuestra tarea arrancar la cizaña. Jesús mismo lo hará a través de sus mensajeros angelicales al fin del mundo (v. 41). Porque nosotros podemos equivocarnos (v. 29).
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Otros pasajes interesantes que nos confirman que habrá disidentes y pecadores en la Iglesia de Cristo son:
Otros pasajes interesantes que nos confirman que habrá disidentes y pecadores en la Iglesia de Cristo son:
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"Si tu hermano peca contra ti, ve y repréndele estando tu y él solos; si te oyere, has ganado a tu hermano.... Si no los oyere a ellos, dilo a la iglesia" (Mt 18, 15-17).
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"En una casa grande, no solamente hay utensilios de oro y de plata, sino también de madera y de barro; y unos son para usos honrosos, y otros para usos viles" (2 Ti 2,20).
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Al ver toda esta evidencia bíblica, queda demostrado que ningún hombre ha sido llamado a restaurar la iglesia verdadera, pues ella nunca desapareció con una supuesta apostasía. La pretensión mormona y de otras sectas que dicen haber restaurado la verdad es una falsa ilusión, un engaño del diablo para confundir a los incautos.
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Para mayor información sobre las sectas, ver el link "sectas en:
O también: www.esnips.com/web/BibleTeachings
