Res. Ingº Mario A Olcese (Apologista)
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Para muchos teólogos, la sugerencia de vida extraterrestre no cambiaría en nada la doctrina cristiana tal y como la conocemos. Y esto debido principalmente a que Dios continúa siendo y teniendo el poder absoluto sobre todo lo creado, sean estos humanos o extraterrestres o cuán inteligentes o desarrollados puedan ser las criaturas. Es decir, en cuanto a los extraterrestres, si estos existen, al tener una chispa divina e inteligencia, y al ser criaturas de Dios, le serían absolutamente dependientes, y vivirían también para conocerle, amarle y servirle; así mismo, también adorarían a Jesucristo. Debido a esto, ellos tampoco podrían ser considerados como nuestros “salvadores” sino como nuestros semejantes. Pero, ¿es posible aceptar esta tesis?Las implicancias teológicas de existir los alienígenas son muchas:
Para muchos teólogos, la sugerencia de vida extraterrestre no cambiaría en nada la doctrina cristiana tal y como la conocemos. Y esto debido principalmente a que Dios continúa siendo y teniendo el poder absoluto sobre todo lo creado, sean estos humanos o extraterrestres o cuán inteligentes o desarrollados puedan ser las criaturas. Es decir, en cuanto a los extraterrestres, si estos existen, al tener una chispa divina e inteligencia, y al ser criaturas de Dios, le serían absolutamente dependientes, y vivirían también para conocerle, amarle y servirle; así mismo, también adorarían a Jesucristo. Debido a esto, ellos tampoco podrían ser considerados como nuestros “salvadores” sino como nuestros semejantes. Pero, ¿es posible aceptar esta tesis?Las implicancias teológicas de existir los alienígenas son muchas:
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1).- ¿Estarán estos seres sujetos también a las “leyes universales” del cristianismo? Para ser más claros, ¿fueron creados también éstos a imagen y semejanza de Dios?, 2).- ¿tendrán un espíritu? 3).- ¿habrán cometido el llamado “pecado original”? ¿Los habrá tentado Satanás como lo hizo con los hombres? 4).- ¿La muerte de Jesucristo en la cruz los incluyó a ellos también en caso de haber caído en pecado contra Dios? 5).- De estar sujetos a la mortalidad (tal como parece ser por los testimonios de testigos que vieron algunos cadáveres alienígenas en naves extraterrestres siniestradas), y a la maldad (tal como se hace patente por los informes recabados de sus agresiones contra gente civil inocente, como son: quemaduras muy serias, las múltiples abducciones abusivas, y la muerte misma de humanos), nos preguntamos: ¿serán resucitados estos malos entes por sus malvados hechos y juzgados como lo serán los difuntos humanos por Jesús? 6).- ¿Reinará Jesús también para aquellos alienígenas fieles a Dios para restaurarles todas las cosas y traerles la justicia y la paz a sus planetas convulsionados, o donde sea? 7).- ¿Bajará también la Nueva Jerusalén en aquellos planetas donde supuestamente los entes hayan dedicado sus vidas al único Dios, habiendo seguido el modelo de su “Cristo alienígena”? 8).- ¿Estará Dios en medio de aquellos entes a través de su tabernáculo tal como se describe en Apo. 21:1-3 para los terrícolas?
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Lo cierto es que el ser humano fue creado a la imagen y semejanza de Dios, un “toque divino” que parece convertir a la raza humana en algo muy especial para el Creador, de lo contrario no sería mencionado en el Génesis. Tal vez los ángeles hayan sido creados de la misma manera, aunque no se dice nada al respecto. También es muy sugerente de que Dios decidiera mandar a su único Hijo a la tierra en la semejanza de hombre (no de un alienígena verde, o gris, o lo que sea), para redimir de manera especial y única a la humanidad caída. Sí, Jesús tomó el lugar de Adán, y murió como el segundo Adán, como un hombre como usted y yo. Tal sacrificio de ninguna manera habría podido ser efectivo para seres que no fuesen humanos, pues el sacrificio requería el derramamiento de sangre humana y ser un sustituto perfecto de la primera criatura caída, tomando exactamente su forma; salvo, claro, que Cristo hubiese muerto en otra ocasión para los alienígenas grises, verdes, o del color que fuese, tomando también la correspondiente forma alienígena. Pero sabemos que Cristo murió una sola vez y para siempre para quitar el pecado, consumando su sacrificio en la tierra, en una cruz, y para los hombres (Heb 9:24—26).
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De existir los extraterrestres, estos serían definitivamente entes maléficos, engañosos, sutiles, y agresivos, pues así lo demuestran los hechos de sus visitas constantes a nuestra tierra. Para ser más directos, estos seres serían demonios o ángeles caídos transformados en seres del espacio sideral para engañar a los incautos y arrastrarlos para el infierno eterno. Y para éstos Jesús nunca murió en la cruz, pues su condena es irremediable. Por eso, sabiendo que tendrán su ruina definitiva, están como fieras rugientes buscando a quiénes devorar…¡Y muchos ya han sucumbido al engaño magistral del diablo!
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