¡Otra de las grandes mentiras de la Watchtower!
Un rasgo común de las religiones falsas es establecerse como “mediadores” entre sus seguidores y Dios. Si miramos, por ejemplo, el mormonismo con su profeta José Smith y sus subsiguientes profetas, el mahometismo con su profeta Mahoma, la Nueva Era con sus gurús y sus espíritus guías, o los Testigos de Jehová con su así llamada organización del “esclavo fiel y Discreto”, nos daremos cuenta de que el método de Satanás es siempre el mismo: Convencer a las personas que no pueden recibir comunicación directamente de Dios y que requieren que ellos miren hacia los líderes humanos para el apoyo y guía espiritual.
Un rasgo común de las religiones falsas es establecerse como “mediadores” entre sus seguidores y Dios. Si miramos, por ejemplo, el mormonismo con su profeta José Smith y sus subsiguientes profetas, el mahometismo con su profeta Mahoma, la Nueva Era con sus gurús y sus espíritus guías, o los Testigos de Jehová con su así llamada organización del “esclavo fiel y Discreto”, nos daremos cuenta de que el método de Satanás es siempre el mismo: Convencer a las personas que no pueden recibir comunicación directamente de Dios y que requieren que ellos miren hacia los líderes humanos para el apoyo y guía espiritual.
Lo que nos dice el libro de los Hechos sobre la guía verdadera de la iglesia.
.
En Hechos 13:2-4, vemos al Espíritu Santo dirigiendo a la congregación en Antioquía para enviar a Pablo y Bernabé en su primer viaje misionero sin ninguna aprobación de un Cuerpo Gobernante en Jerusalén. Cuando regresaron de su viaje misionero en Hechos 14:26-28, no dieron parte a un Cuerpo Gobernante en Jerusalén, sino más bien, a la congregación en Antioquía que los había enviado.
En Hechos 13:2-4, vemos al Espíritu Santo dirigiendo a la congregación en Antioquía para enviar a Pablo y Bernabé en su primer viaje misionero sin ninguna aprobación de un Cuerpo Gobernante en Jerusalén. Cuando regresaron de su viaje misionero en Hechos 14:26-28, no dieron parte a un Cuerpo Gobernante en Jerusalén, sino más bien, a la congregación en Antioquía que los había enviado.
Asimismo, en Hechos 18:22, vemos a Pablo y Silas volviendo de su segundo viaje misionero (de Pablo), no a un Cuerpo Gobernante en Jerusalén, sino a la congregación en Antioquía. En Hechos 18:23 Pablo salió de nuevo en su tercer viaje misionero de esta misma congregación. ¿Si un Cuerpo Gobernante existió en Jerusalén, ¿en dónde estaba su liderazgo en todo esto?
¿Quién comisionó a Felipe en Hechos 8:5 a predicar a la ciudad de Samaria? No fue sino hasta el verso 14 que los “apóstoles en Jerusalén oyeron que Samaria había recibido la Palabra de Dios”. En Hechos 8:26, 29, y 40, leemos que el Espíritu Santo es el que dirigió a Felipe a los territorios en el que él predicó.
¿Quién le impidió a Pablo y Silas predicar en Asia en Hechos 16:6-7? ¿Fue un “Cuerpo Gobernante” en Jerusalén o fue el “espíritu de Jesús”?
Como puede verse por los pasajes de arriba, fue el Espíritu de Cristo el que dirigió el trabajo de predicación de los cristianos del primer siglo, ¿pero qué acerca de los pasajes que algunas sectas miran por apoyo de su opinión de un Cuerpo Gobernante en Jerusalén? En Hechos 15, Pablo y Bernabé se acercaron a los apóstoles y a los ancianos en Jerusalén para decidir una disputa que envolvía la circuncisión de personas no judías cristianas, y en Hechos 16:4, Pablo y Silas entregaron los “decretos” que los apóstoles y los ancianos en Jerusalén habían determinado.
.
¿Prueba esto que un Cuerpo Gobernante existió en Jerusalén? No, no lo prueba en absoluto. Si consideramos cuidadosamente Hechos15:1-2, veremos que la disputa había surgido cuando hombres del área de Jerusalén (i.e., Judea) habían bajado para la congregación en Antioquía y habían proclamado que estos creyentes necesitaban estar circuncidados según la costumbre judía. ¿Es acaso sorprendente de que ellos fueron para Jerusalén a decidir la disputa que habían causado hombres de esa área? En Hechos 16, estos “decretos” que Pablo y Silas entregaban tuvieron que ver con la decisión que justamente había sido alcanzada concerniente a la circuncisión. No hay indicación que estos “decretos” implicaron algún otro asunto. Así, vemos que no hay base para el reclamo de que una “organización” es necesaria para conducir al pueblo de Dios hoy.