Este acontecimiento está registrado en tres de cuatro relatos de los evangelios: Mateo 17:1-9; Marcos 9:2-10; Lucas 9:28-36. Es importante notar las instrucciones de Cristo para Sus discípulos mientras bajaban de la montaña después del acontecimiento: “No le digan la visión a ningún hombre” (Mat. 17:9). Una visión es una experiencia sobrenatural, no un acontecimiento de tiempo real.
Después de los momentos aterradores, Pedro supo que él experimentaba una descripción breve de la venida de Cristo y el reino. Dirigiéndole la palabra a todos los creyentes unos 35 años más tarde, él dijo: “Porque no os hemos dado a conocer el poder y la venida de nuestro Señor Jesucristo siguiendo fábulas artificiosas, sino como habiendo visto con nuestros propios ojos su majestad. Pues cuando él recibió de Dios Padre honra y gloria, le fue enviada desde la magnífica gloria una voz que decía: Este es mi Hijo amado, en el cual tengo complacencia. Y nosotros oímos esta voz enviada del cielo, cuando estábamos con él en el monte santo” (2 Pedro 1:16-18).
Ambos Moisés y Elías habían estado muertos por siglos, quedándose en este estado hasta la Primera Resurrección. Pedro, Santiago y Juan vieron una visión de ellos de cómo serán cuando sean glorificados en esa resurrección en la Segunda venida de Cristo (1 Tes. 4:13-17; 1 Cor. 15:51-52)
El relato de Mateo 17 explica las palabras de Jesús en el capítulo previo (16:28): “…Hay algunos aquí que no gustarán la muerte, hasta que vean al Hijo del Hombre viniendo en Su reino.” El significado evidente de esta declaración es que, a través de la visión, esos discípulos presenciarían la magnificencia del reino de Dios. Pedro, Santiago, y Juan todos murieron, “Y todos estos, habiendo obtenido un buen informe a través de la fe, no recibieron la promesa” (Heb. 11:39). Ellos recibirán esa promesa en el mismo tiempo que todos los demás sirvientes de Dios del pasado y del presente que califiquen para la Primera Resurrección (vs. 40 ).
www.yeshuahamashiaj.org
www.elevangeliodelreino.org
Archivado bajo: General Etiquetado: elías, Jesús,
Después de los momentos aterradores, Pedro supo que él experimentaba una descripción breve de la venida de Cristo y el reino. Dirigiéndole la palabra a todos los creyentes unos 35 años más tarde, él dijo: “Porque no os hemos dado a conocer el poder y la venida de nuestro Señor Jesucristo siguiendo fábulas artificiosas, sino como habiendo visto con nuestros propios ojos su majestad. Pues cuando él recibió de Dios Padre honra y gloria, le fue enviada desde la magnífica gloria una voz que decía: Este es mi Hijo amado, en el cual tengo complacencia. Y nosotros oímos esta voz enviada del cielo, cuando estábamos con él en el monte santo” (2 Pedro 1:16-18).
Ambos Moisés y Elías habían estado muertos por siglos, quedándose en este estado hasta la Primera Resurrección. Pedro, Santiago y Juan vieron una visión de ellos de cómo serán cuando sean glorificados en esa resurrección en la Segunda venida de Cristo (1 Tes. 4:13-17; 1 Cor. 15:51-52)
El relato de Mateo 17 explica las palabras de Jesús en el capítulo previo (16:28): “…Hay algunos aquí que no gustarán la muerte, hasta que vean al Hijo del Hombre viniendo en Su reino.” El significado evidente de esta declaración es que, a través de la visión, esos discípulos presenciarían la magnificencia del reino de Dios. Pedro, Santiago, y Juan todos murieron, “Y todos estos, habiendo obtenido un buen informe a través de la fe, no recibieron la promesa” (Heb. 11:39). Ellos recibirán esa promesa en el mismo tiempo que todos los demás sirvientes de Dios del pasado y del presente que califiquen para la Primera Resurrección (vs. 40 ).
www.yeshuahamashiaj.org
www.elevangeliodelreino.org
Archivado bajo: General Etiquetado: elías, Jesús,