Yahweh es el nombre del Dios de los Judíos en el Antiguo Testamento. Este significa, literalmente, algo como "Yo soy el que soy." Cuando Jesús habla de Dios en el Nuevo Testamento, está claro que él quiere decir Yahweh, el Dios de los Judíos. Él habla por lo general a Judíos, y cuando él se refiere a Dios, no hay ninguna confusión sobre de quién él habla. Él se refiere a Yahweh en este ejemplo:
"Cuando los Fariseos oyeron que él había hecho callar a los Saduceos, ellos se juntaron, y uno de ellos lo probó preguntando, "Maestro, cuál mandamiento en la ley es el mayor?" Él les dijo, "Amarás al Señor, tu Dios, con todo su corazón, con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el mayor y el primer mandamiento. El segundo es semejante a éste: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. La ley entera y los profetas dependen de estos dos mandamientos." (Mt 22:34-39, paralelos en Mar. 12: 28-24, Lc 10:25-28, del Antiguo Testamento Deut. 6:5, Lev. 19:18).
Ambas de estas leyes son citas del Antiguo Testamento. Los primeros tratos con Yahweh. Está claro ambos que Jesús creyó en Yahweh, así como creyó también que Yahweh merecía el compromiso total.
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