Por el Dr. Javier Rivas Mtz (MD)
La hematohidrosis, es una situación clínica debida a la liberación de sustancias vaso activas o catecolaminas por motivo de estrés emocional de alto grado, que provienen de las glándulas adrenales que están situadas en el polo superior de los riñones, como por ejemplo, la adrenalina, que al afectar severamente el tono vascular, provocan la disrupción de su endotelio, de la microvasculatura subdérmica, de la baja piel para que se entienda. La vasoconstricción excesiva por catecolaminas, condiciona la salida de sangre por rotura vascular debido a la tensión tremenda que provocan, y al mezclarse la sangre con el sudor que procede de las glándulas sudoríparas, a causa también de estrés emocional, considerablemente extremo, vienen a dar un cuadro clínico objetivo como de «sudor de sangre»:
«Y estando en agonía, oraba más intensamente; y era su sudor como grandes gotas de sangre que caían hasta la tierra» (Lc.22:44).
Personalmente, como profesionista de la salud, jamás en mi vida he visto un cuadro clínico de esta índole. Aún así, la documentación médica es evidentemente sustentada de manera científica de los casos excepcionales.
Una vez más, Dios muestra en su Palabra las realidades médicas que la conforman, y para aquellos escépticos e incrédulos, la prueba anterior, no da lugar a nada para ser debatida como una mentira.
Dios les bendiga hermanos y amigos.